Ha pasado una semana desde los eventos del episodio "Amistad inesperada". Plankton no puede olvidar su tiempo con Bob esponja, no puede entender sus sentimientos ni quiere aceptarlos. Amistad interesada Aley0Fluorine Era de madrugada en Fondo de Bikini, Plankton deambulaba solo por las calles desiertas, la ciudad normalmente bulliciosa y llena de vida parecía dormir, dejando a Plankton como el único testigo del amanecer. Por alguna razón, Plankton no dejaba de pensar en los sucesos que pasaron hace una semana con Bob Esponja, no podía dejar de sentirse vacío desde que esa falsa amistad se desvaneció, sentía que le faltaba algo… o alguien. A pesar de tener a Karen, su fiel esposa computadora, a su lado, se sentía solo. Los recuerdos de su tiempo con la esponja amarilla seguían acechando su mente ¿Cómo podía extrañar a ese ingenuo y tonto chico? No, no, se repetía a sí mismo, no podía permitirse tal debilidad. ¿De verdad lo extrañaba? No, por supuesto que no, hizo lo correcto aquel día ¿No es así?, Lo único que importa es obtener la fórmula de las cangreburguers ¿Cierto? “Soy un perdedor, nunca podré obtener la fórmula secreta” pensó abatido. De repente, se paralizó, vio a Bob esponja acercándose, con su sonrisa característica y su andar alegre. Plankton sintió como si el universo mismo estuviera conspirando en su contra ¿Por qué él también estaba aquí? ¿Acaso el mundo lo odiaba? Por supuesto que sí. Pero no tuvo tiempo de seguir pensando en su mala suerte, su diminuto tamaño lo hacía vulnerable y antes de que pudiera reaccionar, Bob Esponja lo pisó sin siquiera darse cuenta. —¡Aaah! ¡Fíjate donde caminas! —gritó de dolor y frustración. —Ups, ¡Lo siento! No te vi — exclamó, rápidamente retirando su pie y dando un paso hacia atrás. Después de esto un gran e incómodo silencio se hizo presente. Plankton y Bob Esponja se miraron sin saber que decirse. El aire estaba cargado de tensión. Bob esponja quería romper el silencio, pero las palabras se le atoraban en la garganta. Plankton, por su parte, solo deseaba que la tierra se abriera y lo tragase para escapar de la humillación. —Escucha, Plankton… — finalmente, Bob Esponja decidió tomar la iniciativa, tragó saliva, tratando de encontrar las palabras adecuadas para expresarse. —Sé que las cosas son complicadas entre nosotros —hizo una pausa esperando a que Plankton dijera algo. El orgullo de Plankton lo mantuvo en silencio, escuchando las palabras de Bob Esponja sin responder. Bob Esponja suspiró y se agachó para estar a la altura de Plankton, su mirada llena de sinceridad y vulnerabilidad. —Es que… no puedo dejar de pensar en lo que pasó. Lo he estado pensando mucho —su voz era suave y emotiva. —Sé que no quieres escucharlo, pero… en realidad me gustó pasar tiempo contigo. Te consideré un amigo. Por un momento, Plankton se sintió tentado de expresar sus sentimientos de la misma manera, pero su orgullo se lo impidió. No podía ceder ante tales tontas debilidades. —Eres demasiado ingenuo — respondió con dureza, intentando ocultar sus verdaderos sentimientos. La expresión de Bob Esponja se desmoronó, dolida por las palabras de Plankton. Había esperado comprensión, o incluso una disculpa, pero parecía que era demasiado pedir. —Creí en ti y pensé que sentías lo mismo. Pero estaba equivocado, ¿no? … Mírame a los ojos y dime que nuestra amistad no significó nada para ti. Plankton miró al suelo, sin querer admitir la verdad. Había disfrutado del tiempo con Bob Esponja, nadie nunca se había preocupado por él de esa manera y este chico estuvo ahí, intentando cambiarlo, mostrándole cariño cuando todo Fondo de Bikini le decía que era un perdedor. —A mí solo me importa conseguir la fórmula de la Cangreburguer —respondió con frialdad. Bob Esponja sintió una mezcla de dolor y decepción. Había esperado que la obsesión de Plankton con la fórmula de las cangreburguers no fuera lo único que importaba, que su tiempo con él hubiera significado algo y no solo fuera una amistad interesada. —¿Eso es todo lo que fue para ti? ¿Solo un medio para un fin? ¿Nuestra amistad no significó nada? —su voz era llena de tristeza y desilusión. Plankton se sintió incómodo, sabía que había herido a Bob esponja y por alguna razón le importaba, se supone que él era una persona mala ¿Por qué se estaba sintiendo así? ¿Por qué está sintiendo empatía? —No lo entiendes, conseguir la fórmula secreta es lo único que me importa ¡es mi razón de ser! Bob esponja sacudió la cabeza, negando. —No Plankton, hay más en la vida que solo una fórmula. Hay amistad, amor … ¡Hay vida! Plankton se sintió abrumado por esas palabras, siempre había creído que ser malvado y conseguir la fórmula secreta era lo único que necesitaba, pero ahora, después de pasar tiempo con ese amable e inocente chico, estaba dudando si en verdad valía la pena seguir así. —No sé que decir… —admitió, siendo honesto con sus sentimientos después de tanto tiempo. Bob esponja se acercó más a él y lo recogió entre sus manos. —No tienes que decir nada, Plankton, solo piensa en lo que te he dicho, piensa en lo que podríamos ser si dejamos atrás la fórmula —le sonrió dulcemente. —¿Sabes? Siento que no es casualidad que nos hayamos encontrado aquí. Bob esponja miró al cielo, donde el sol emergía lentamente, pintando el cielo con tonos cálidos y suaves, se veía hermoso. Plankton siguió su mirada y, sin poder evitarlo, esbozó una pequeña sonrisa. Se sentía bien, se sentía en paz junto a este chico, sentía una conexión que nunca había experimentado. Volteó a ver a Bob, parecía perdido en la contemplación del cielo, su rostro sereno y concentrado, su sonrisa era suave y encantadora y sus ojos brillaban, se veía lindo. Plankton sintió un ardor en su pecho y en sus mejillas, como si su corazón latiera con fuerza y su piel se calentará con una emoción desconocida… “¿Qué significa esto?”, se preguntó, confundido pero a la vez fascinado por lo que estaba experimentando. Bob esponja, ajeno a la mirada del contrario, continuó admirando el cielo. Plankton por su parte no podía apartar su mirada de él, estaba confundido ¿Qué estaba sintiendo? De repente, Bob esponja se volvió hacia Plankton y sus ojos se encontraron. Por un momento, se miraron fijamente, sin decir una palabra. —¿En qué estás pensando, Plankton? —preguntó, rompiendo el silencio, con una voz suave y curiosa. Plankton se avergonzó, no sabía que decir, no sabía cómo expresar lo que estaba sintiendo. Se limitó a sacudir la cabeza y a sonreír, esperando a que Bob esponja entendiera sin necesidad de palabras. Bob esponja le regresó la sonrisa, comprendiendo que para él era un desafío expresar sus sentimientos, así que decidió no presionarlo y simplemente disfrutar del momento. Ambas criaturas marinas disfrutaron de la bella vista del cielo, este era el inicio de algo más que una amistad interesada.